Tienes un punto gatillo en el trapecio, ¿y eso que es?
Si eres fisioterapeuta seguro que esta conversación te resulta familiar. Y es que a veces hasta a nosotros no cuesta explicar qué es esto de los puntos gatillos. En esta entrada pretendemos arrojar un poco de luz a una de las preguntas más frecuentes que nos encontramos en consulta.
El término punto gatillo fue acuñado por Dr. J. Travell en 1942. De manera simple lo podríamos definir como un punto, dentro de una banda tensa muscular, que son dolorosos a la palpación y provocan una respuesta de espasmo (contracción involuntaria) en dicho músculo y, además, producen dolor referido a la zona descrita para ese músculo.
De esta definición podemos sacar varias de las características más importantes de los puntos gatillo:
-Son nódulos dentro de una banda tensa en el músculo, que coloquialmente solemos denominar como “nudos” o “contracturas” (no siendo la forma más adecuada de nombrarlos).
-Al presionar estos puntos vamos a tener una respuesta de contracción involuntaria en el músculo y dolor a ese nivel.
-Además podemos notar dolor en otras zonas (dolor referido) que para cada músculo es una zona diferente y esta descrita específicamente para él.
Existen muchos puntos gatillo descritos y los podemos encontrar en prácticamente todos los músculos del cuerpo.
Dependiendo si dan clínica o no los podemos clasificar en dos tipos:
-Activos: al presionar sobre el punto produce dolor local y referido y el paciente identifica ese dolor como suyo.
-Latentes: al presionarlos también nos pueden dar las molestias especificas del punto gatillo pero el paciente no reconoce ese dolor.
Las causas para que un punto gatillo empiece a dar sintomatología son muy diversas pero podemos destacar la fatiga muscular por malas posturas mantenidas, acciones repetitivas, traumatismos, estrés, etc.
Y, ¿cómo se tratan los puntos gatillo?
Pues bien, tenemos dos opciones:
-Tratamiento conservador: compresión isquémica de los puntos, masoterapia profunda, estiramientos miofasciales y crioterapia.
-Tratamiento invasivo: punción seca.
Por supuesto, el tratamiento debe ser aplicado por fisioterapeutas y después de una buena valoración.
Aunque siempre el mejor tratamiento empieza por una buena prevención, y esto lo podemos conseguir mejorando nuestra higiene postural, llevando una vida activa y evitando, en la medida de lo posible, movimientos repetitivos.