Volviendo de vacaciones (si, los fisioterapeutas también descansamos), tuve la suerte de sentarme en un asiento al lado de una chica estudiante de medicina, a los 10 minutos de viaje le vi sacar unos apuntes con muchas imágenes de partes del cuerpo que pude apreciar de refilón, esto hizo que me picara la curiosidad y leyese el título de aquellos folios, “radiodiagnóstico de lesiones traumatológicas”, al leer esto esbocé una sonrisa y sin querer parecer indiscreto le pregunté qué estudiaba, me dijo que medicina, yo le conté a que me dedicaba, era la primera persona en una semana a la que se lo contaba, soy de la opinión que en vacaciones tengo que decir que soy panadero, salvo excepciones de interés, por no recibir consultas indiscretas, bromas aparte, empezamos a mantener una agradable conversación acerca de aspectos de la salud.
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