Hoy en el blog vamos a hablar del cólico del lactante, y empezamos lanzando una cuestión: cualquier sintomatología relacionada con el llanto de un bebé, que no se calma y es recurrente en los primeros meses…¿es un cólico?
Una definición acorde a lo que puede ser el cólico del lactante sería la siguiente: “bebé que presenta un llanto de inicio súbito, de mas de 3 horas al día, con episodios de llanto inconsolable, al menos 4 días a la semana, y con una inquietud física concreta (flexión de miembros inferiores, extensión del tronco, malestar….)”. Además, el predominio del llanto suele ser en la tarde-noche.
Para diagnosticar cólico del lactante se deben cumplir lo siguientes criterios clínicos:
- Que los síntomas empiecen y acaben a los 5 meses de edad.
- Episodios de llanto o irritabilidad recurrentes, que ocurren sin causa aparente y no suelen poder ser resueltos.
- Sin evidencia de retraso en el crecimiento, fiebre o enfermedad.
¿Y qué signos y síntomas podemos encontrar en el bebé?
Llanto, enrojecimiento, distensión del abdomen, eructos, dificultad en el paso de las heces, estreñimiento, dificultad para dormir, puños apretados, extensión de la espalda,…
De los cólicos, lo que la ciencia sabe es que no existe una causa concreta, ni tampoco un tratamiento de elección que solucione la causa en el momento. En cuanto a la causa, existen multitud de factores: psicológicos (podría estar relacionado con el estrés materno o con trastornos de hiperactividad), gastrointestinales (problema hormonal, inmadurez gastrointestinal, reflujo, meteorismo,…), dietéticos (intolerancias tanto de la madre como del bebé, alergias,…) inmadurez neurológica…
¿Y cómo podemos actuar?
Uno de los factores a tener en cuenta y en el cual se puede actuar es la alimentación. Un cambio en la alimentación de la madre y/o el bebé podría ser beneficioso para mejorar los síntomas de cólico.
- Si estamos ante un caso de lactancia materna, será importante vigilar la alimentación de la madre, ya que todo lo que ingiere pasa al bebé a través de la leche.
- En cuanto a leches artificiales o de fórmula, existen numerosos tipos con los que podremos ir probando hasta dar con la adecuada:
- De origen animal:
- Con letra (anti-estreñimiento, anti-reflujo, anti-cólico): la diferencia entre estas será el porcentaje de caseína y lactosa que contienen.
- Hidrolizadas (completa o parcialmente): si no han funcionado las leches anteriores.
- De origen vegetal: soja (desaconsejada en niñas) y arroz.
- De origen animal:
Nosotros, como fisioterapeutas, podemos ayudar al bebé mediante masaje anti-cólicos, el cual permite al bebé expulsar los gases (y las heces en el caso de que también haya estreñimiento), mejorando así su dolor y su bienestar. Debemos tener en cuenta que es mejor realizar el masaje en los momentos en los que el bebé está menos irritable.
Por eso, si crees que tu bebé puede estar sufriendo de cólicos, no dudes en ponerte en contactor con profesionales, y en FISIOTHER podemos ayudarte a ti y a tu bebé, porque el descanso de tu bebé es el tuyo.
Hicimos en su día otra entrada sobre este tema. Échale un vistazo para más información.